La Universidad del Valle a través del Centro de Innovación Educativa Regional-Sur, ejecuta el proyecto de implementación de la versión 2.0 del Observatorio Colombiano de Innovación Educativa con uso de TIC

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Entrevista con el equipo de trabajo

En junio de 2015 el Ministerio de Educación Nacional (MEN) a través de la Oficina de Innovación Educativa con Uso de Nuevas Tecnologías se propuso estructurar el Observatorio Colombiano de Innovación Educativa con uso de TIC, teniendo en cuenta que se hace necesario el monitoreo de las dinámicas de diferentes sectores de la sociedad colombiana en actividades de innovación educativa con uso de TIC, dado que estas se constituyen en elementos determinantes para visibilizar el desarrollo educativo de las regiones, para las actividades de apropiación de conocimiento con uso de TIC y lo más importante, para la toma de decisiones en el marco de la política pública de educación del país.

Gloria Toro, Patricia Díaz y Carlos Mauricio Nupia

Es así como, desde hace 8 meses, la Universidad del Valle, a través del Centro de Innovación Educativa Regional-Sur, fue escogida por el MEN para diseñar la versión 1.0 de esta entidad, para lo cual se estructuró un equipo de trabajo para acometer este reto, conformado por investigadores de la Universidad del Valle y del CIER-Sur, en alianza con el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT) y Musintec (Musa, Innovación, Tecnología), entregando en diciembre de 2015 el diseño de la versión 1.0 del Observatorio.

En el presente año, la Universidad del Valle de nuevo fue escogida para continuar con el proyecto, esta vez en su versión 2.0, donde se pasará del diseño a la implementación de algunos de los elementos principales para la existencia del Observatorio como lo son (1) la definición de la batería inicial de indicadores, conjuntamente con el MEN, dentro de un marco conceptual innovador, (2) la implementación de los mecanismos tecnológicos para lograr hacer las mediciones, (3) la implementación de los mecanismos logísticos para recolectar la información, en conjunto con el MEN, y (4) el posicionamiento del Observatorio a través del sitio web y de la publicación de los primeros resultados.

La Ministra de Educación, Gina Parody fue la encargada de dar a conocer a la opinión pública nacional la noticia de la creación del Observatorio en el evento Seminario Internacional 'Construcción de Metodologías comparativas e indicadores para medir el uso de TIC y sus impactos en el salón de clases' realizado en Bogotá el pasado 15 de marzo.

Betty Jasmid Buitrago, coordinadora del equipo de Fomento a la Investigación, Monitoreo y Evaluación del MEN, quien tiene a su cargo la coordinación y supervisión de las actividades que permitan el desarrollo e implementación de la versión 2.0 del Observatorio, precisa que el objetivo fundamental del Ministerio con la creación del proyecto es la generación de conocimiento para orientar y fundamentar la toma de decisiones pertinentes respecto a la innovación educativa con el uso de TIC que contribuyan con el mejoramiento continuo de la calidad de la educación.

La profesora Gloria Castrillón, Licenciada en Matemáticas-Física de la Universidad del Valle, con Maestría y estudios de Doctorado en Didáctica de las Matemáticas, de la Universidad de París VII, Denis Diderot, (Francia) considera que medir la innovación educativa exige un consenso conceptual, sobre lo que significa innovar en el campo de la educación; en tanto la complejidad y las dinámicas de las transformaciones innovadoras en el sector educativo, son muy diferentes a las que proceden del sector industrial y productivo, las cuales, en algunos casos, se adoptan acríticamente para el mejoramiento de la educación, y enfatiza: “No es lo mismo medir innovaciones incrementales o evolutivas y radicales o disruptivas, para el mejoramiento contínuo en estos sectores u obtener mejores productos (Christensen, C. M.,1997) que medir la innovación en relación con el campo de la educación y la pedagogía; pero sobre todo medir dinámicas de procesos que implican transformaciones culturales progresivas de las Instituciones Educativas que involucran seres humanos como actores de las comunidades educativas, en la perspectiva de incidir en una mejor educación para la formación de ciudadanos. Sería ideal ponernos de acuerdo, en que se trata fundamentalmente de lo anterior y de generar capacidades de análisis, para producir las transformaciones educativas que requiere el país y no solamente de medir, para hacer comparaciones nacionales e internacionales. Si bien este propósito por su naturaleza, es fundamental en los alcances de un Observatorio, no ha de constituir el único objetivo, sobre todo en lo que concierne a las mediciones en educación, no sometidas exclusivamente a los ranking”.

Ahora bien, si se indaga sobre ¿qué medir? y ¿para qué medir?, la profesora Castrillón opina que, estas preguntas, aunque podrían considerarse lugares comunes, son cuestionamientos esenciales para dimensionar el reto de un Observatorio y señala: “En este caso, han de ser abordadas en función de las posibilidades de lograr aproximarse con transparencia y rigor, a las condiciones de la realidad educativa colombiana, en relación con las acciones, los aciertos, los desaciertos y el progreso de los esfuerzos y la política pública, que buscan incidir en el fomento de la innovación educativa en el país. Por lo tanto, no se trata en principio, de medir productos acabados y expandibles, como podría suceder en otros sectores, aún estamos lejos de ello, aunque existan casos excepcionales; un reto de un Observatorio en innovación educativa para el caso de Colombia, es construir indicadores que sean medibles y que tengan en cuenta las características de las Instituciones Educativas con su complejidad en contextos socioeconómicos, culturales y étnicos diversos, así como también, la medición permanente de procesos que permita, estudiar, investigar y analizar, las limitaciones, los alcances y el progreso de las transformaciones con prácticas innovadoras que avanzan bajo distintas formas y condiciones en el país”.

Así mismo, Patricia Díaz, directora de Musintec y Magíster en Tecnología, Innovación y Educación de la Universidad de Harvard, asesora en innovación en educativa en el proyecto del Observatorio, opina que la importancia que tiene para el país el proyecto del Observatorio, radica en que las llamadas TIC o tecnologías digitales han causado un cambio de paradigma en la sociedad que afecta directamente a la educación, y profundiza: “La velocidad del cambio es tal que es preciso aprender del futuro emergente para afectar el presente. Un Observatorio de Innovación Educativa con una infraestructura tecnológica capaz de procesar grandes cantidades de datos y un grupo de investigación interdisciplinario que haga análisis prospectivos, le permitirá a Colombia responder mejor en tiempo real a las necesidades de los aprendices de todas las edades para llevar vidas plenas como ciudadanos del siglo XXI”.

La conformación del equipo de trabajo del Observatorio

Beatriz Florián y Juan Francisco Díaz

Para la conformación del equipo de trabajo, la Universidad del Valle, realizó una búsqueda juiciosa y responsable de profesionales con un perfil específico y que tuvieran amplia experiencia en el sector educativo, para liderar cada uno de los frentes de trabajo, en cuya cabeza está el profesor Juan Francisco Díaz, director del Centro de Innovación. Al respecto el ingeniero, matemático y Doctor en Informática de la Universidad de París XI, comenta que: “Este proyecto tiene varios frentes de trabajo, todos interconectados, y con necesidad de diferentes competencias y experticias. En lo conceptual se necesita un equipo que entienda la diversidad y complejidad del contexto educativo colombiano, al tiempo que comprenda la importancia de definir indicadores realmente calculables sin por ello quedarse en la medición de lo meramente instrumental, e indicadores comparables en la medida de lo posible a nivel internacional. En lo tecnológico, necesitamos un equipo que pueda responder al reto de desplegar sistemas de información web con alta carga de trabajo y con disponibilidad 7/24. En lo logístico, necesitamos un equipo que entienda el contexto colombiano y que pueda diseñar metodologías para lograr hacer una recolección exitosa de información. Y en lo comunicativo necesitamos un equipo conocedor de la educación colombiana, que pueda analizar los resultados de las mediciones de forma contextualizada, pero que, al mismo tiempo pueda comunicar esos análisis de manera sencilla a todos los públicos interesados en ellos. Es así como Gloria Castrillón, Gloria Isabel Toro, Carlos Osorio, Carlos Mauricio Gaona, y Beatriz Florián por parte de la Universidad del Valle y el CIER-Sur; Carlos Mauricio Nupia por parte del OCyT y Patricia Díaz por parte de Musintec, conforman el equipo interdisciplinario y experimentado escogido para liderar este reto. Por parte del MEN, y en interacción permanente con este equipo de trabajo, está Betty Jasmid Buitrago. Bajo el liderazgo de todos los mencionados hay otros profesionales participando también en el proyecto”.

Los retos técnicos, metodológicos y logísticos de la operatividad del Observatorio

Antes de iniciar una recolección de información a gran escala, el proyecto plantea la realización de un pilotaje que se realizará con algunas Instituciones Educativas de Cali, con el objetivo de probar en escala reducida los procesos e instrumentos de recolección de la información, para identificar posibles fallas y llevar a cabo los ajustes que sean necesarios. Al respecto la profesora de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle, Gloria Isabel Toro, encargada de este componente dentro del proyecto, opina que las dificultades en el pilotaje podrían estar asociadas a los aspectos logísticos y de coordinación con las entidades con las cuales se trabajará el piloto: “Siendo que esta actividad necesita probar el proceso e instrumentos en varias instituciones, la sintonización con los rectores y docentes es clave para el éxito del piloto. Debemos lograr transmitir a los rectores y profesores la importancia de colaborar y abrir sus puertas para esta tarea, que en últimas redundará en el perfeccionamiento de métodos para obtener información que oriente al Ministerio de Educación en la definición de políticas para fomentar la innovación educativa”, precisa la ingeniera de sistemas, PhD en Tecnologías de Información para el Desarrollo de Tulane University (USA).

Carlos Mauricio Gaona, Carlos Augusto Osorio y Gloria Castrillón

Otro de los integrantes del equipo del Observatorio es el biólogo Carlos Augusto Osorio, Doctor en Filosofía, con énfasis en Filosofía de la Tecnología, Universidad de Oviedo (España) y profesor de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad del Valle, quien opina que los retos logísticos para lograr implementar el Observatorio son complejos y tienen que ver con la gestión misma de la información que pretende observar para cumplir su misión, es decir, para generar informes, estadísticas, indicadores, incluso recomendaciones de política pública en materia de educación con uso de TIC, y precisa: “El desafío radica en ser capaz de gestionar la información de las organizaciones públicas que producen los datos, en tanto algunos de esos datos son de orden nacional y están en formatos, características y tiempos diversos. Esto significa, acceder a estas bases de datos, las cuales están bajo custodias, controles, lo que supone una logística de la información, que resulta compleja en un país como Colombia que no tiene mucha experiencia en intercambios interinstitucionales en materia de información estadística. Cada institución tiene una cultura propia en el tema, que facilita o vuelve prácticamente imposible el acceso de otros a su información. Este hecho, se hace aún más complejo si tenemos en cuenta los distintos niveles regionales y la diversidad de municipios e instituciones que potencialmente aportarían información al Observatorio. Y de otro lado, están las instituciones educativas, en tanto generadoras de información primaria, de campo, la cual podría reportar datos relacionados con la innovación educativa propiamente dicha, tanto la que se produce en el aula como la generada por el cambio organizacional que muchas veces se presenta en las Instituciones. En este caso, el acceso a la información, la posibilidad de ser generada y entregada en un formato que pueda ser usado por el Observatorio, resulta ser un tema de la mayor importancia y complejidad”.

Así mismo, Carlos Mauricio Nupia, líder del Área Política Científica y Relaciones Internacionales del OCyT, opina que para ellos como equipo de trabajo, el mayor reto ha sido profundizar en el concepto de innovación aplicado a un sector tan específico como es la educación con uso de TIC: “Generar indicadores para un tema tan novedoso no es fácil. Requiere tener experiencia en la identificación de fuentes de información y ser creativos para diseñar indicadores que se aproximen a medir fenómenos que tienen varias dimensiones. Adicionalmente, uno de los desafíos más interesantes ha sido trabajar con un grupo interdisciplinario como el que se ha conformado para este proyecto. El OCyT tiene una amplia experiencia en diseñar indicadores para ciencia, tecnología e innovación, sin embargo la innovación educativa tiene sus matices especiales y se requiere discutir muchos conceptos y generar acuerdos a partir de la experiencia avanzada por el país. En términos generales, la experiencia para el OCyT ha sido enriquecedora y nos permite reflexionar sobre nuestro trabajo cotidiano, esta vez desde la educación básica y media”, precisa el comunicador social y Doctor en Ciencia Política de la Universidad Libre de Berlín (Alemania).

Diseño tecnológico para el Observatorio

La plataforma tecnológica para la medición y resultados de los indicadores estará soportado en el Sistema de Información de Indicadores, alojado en la web del Observatorio. Este frente de trabajo lo lidera el profesor Carlos Mauricio Gaona, de la Escuela de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Valle y Doctor en Ciencias de la Computación de la Universidad de Massachusetts (USA). El profesor Gaona, considera que en la Universidad del Valle estamos tecnológicamente preparados para construir y operar un Observatorio Colombiano, pues existen herramientas computacionales de muy alto nivel disponibles que están siendo usadas exitosamente en otros contextos y que la Universidad del Valle cuenta con personas capacitadas para hacer desarrollos con estas nuevas herramientas. Y precisa: “La infraestructura tecnológica disponible en la nube permite un alto nivel de protección de datos, escalabilidad y flexibilidad en las aplicaciones, acceso desde cualquier lugar en cualquier momento y acceso mediante dispositivos como computadores, tablets y teléfonos inteligentes y con una relación costo beneficio muy adecuada, lo cual permite funcionar y crecer con bajas inversiones”.