Salud, TIC y educación: una triada para reflexionar

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¿Cuántas veces hemos buscado información sobre salud y bienestar en internet? ¿Nos ha sido útil aquello que encontramos? ¿Cómo influye la información que circula en entornos digitales como portales de noticias y redes sociales en las decisiones que tomamos sobre nuestro cuidado? Estas preguntas, que aparecen en el plano de la privacidad de nuestras prácticas e interacciones en los entornos digitales y el uso cotidiano que hacemos de la variedad de herramientas tecnológicas de las que disponemos, son realmente un asunto de interés público, y, por tanto, susceptibles de ser abordadas desde la educación.

Al menos así lo demuestran los resultados del estudio La innovación tecnológica aplicada al cuidado de la salud: La mirada de adolescentes y jóvenes, realizado por la Fundación Fad Juventud del Centro Reina Sofía de España. La investigación, que implicó la aplicación de una encuesta a 1500 jóvenes de entre 15 y 29 años, y la consulta a expertos en tecnología y salud, encontró que una de las principales preocupaciones de los jóvenes es el bienestar físico y mental, y que las TIC cumplen un papel muy importante como instrumentos de consulta, soporte y ayuda para alcanzar dicho bienestar.

Tomando algunos de los datos que arroja el estudio, queremos desde el CIER Sur presentar algunas reflexiones que pueden disparar una discusión sobre las estrechas relaciones entre la educación, las TIC y la salud, y llamar la atención sobre la necesidad de pensar un abordaje pedagógico situado y adecuado a nuestro contexto en torno al escenario que nos plantea la investigación:

  • El 79,9% de las y los jóvenes encuestados utiliza aplicaciones y herramientas digitales para informarse sobre salud y bienestar, y el 77% las utiliza para cumplir hábitos y rutinas que consideran saludables. Esto apunta a que la juventud se preocupa por cuidar y atender su salud, prioriza su bienestar, y ve en las TIC un instrumento útil para el autocuidado. Sin embargo, señalamos nosotros, existe el riesgo de que los jóvenes confíen en exceso en aquello que encuentran en internet, lo que supone un peligro para su integridad cuando cierta información proviene de fuentes no certificadas o reconocidas por las disciplinas médicas o científicas.
  • Los temas más buscados en internet y redes sociales son: actividad física (40,3%), salud mental (35%), y alimentación y dietas (34,3%); cifras que ponen en evidencia la importancia de implementar planes y estrategias pedagógicas en las instituciones educativas para acompañar a niños, niñas y jóvenes en su autocuidado, haciendo uso de las TIC; para ayudarlos a desarrollar habilidades que les permitan diferenciar la información confiable y segura de aquella que puede ponerlos en riesgo; y para facilitarles la comprensión de que el contenido digital no reemplaza el abordaje y atención que pueden proveerles los servicios médicos y profesionales.
  • Gran parte de las búsquedas en internet relacionadas con la salud apuntan al cuidado y la prevención (79.3%), el significado de uno o varios síntomas en caso de sentirse enfermos (69.9%) o a preguntas sobre dolencias o padecimientos de personas cercanas (67,1%), lo que muestra que los jóvenes buscan en los espacios digitales respuestas para tomar decisiones y cuidar no sólo de sí mismos, sino de los demás. Estas respuestas, sugerimos, pueden abordarse en las escuelas y colegios, ofreciendo programas y planes de formación que, con ayuda de las TIC, logren capacitar a las y los estudiantes en primeros auxilios, el autoconocimiento de sus cuerpos y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios.

Reconociendo el hecho de que los niños, niñas y jóvenes de nuestro país tienen una relación cada vez mayor con las herramientas tecnológicas, están expuestos a grandes cantidades de información, y sus referentes y fuentes incluyen a los creadores de contenido (youtubers, tiktokers, influencers, etc.), resulta todavía más importante el que todos los miembros de la comunidad educativa discutan y adelanten acciones para prevenir los riesgos asociados al uso indiscriminado y poco crítico o cuidadoso de las TIC.

Finalmente, consideramos que sería conveniente para Colombia adelantar investigaciones similares a la realizada en España, pues contar con datos de nuestra realidad y contexto arrojaría más luces que nos permitan tomar mejores decisiones en las aulas.